“Me voy con la sensación, en lo personal, de haber sido egoísta por utilizar el tiempo de mi familia… pero me lo han puesto fácil, he disfrutado con mi trabajo”

Feb 5, 2018 | Noticias

Entrevista a Gregorio Martín Zarco, expresidente del Consejo Regulador D.O. La Mancha

Gregorio Martín Zarco, 67 años, es natural de La Solana (Ciudad Real) y no ha presentado su candidatura a la presidencia del Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha, tras casi 15 años como presidente y más de uno como vocal.
La D.O. más extensa de España y por ende de la Unión Europea ha cambiado de presidente en este pasado mes de enero, tomando el relevo Carlos David Bonilla Merchante.

Al nuevo presidente, el ahora saliente –nombrado entre otras de sus distinciones a lo largo de su extensa trayectoria profesional “Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha” (título que apuntala en gran parte el talante que durante su vida le ha caracterizado)-, le desea que “el gran equipo que se va a encontrar le permita gozar como a mí me ha ocurrido, y que encuentre el mismo respeto y orden que yo”.

P.- Han pasado 15 años desde que fue nombrado presidente del C.R.D.O. La Mancha… ¿Qué sabor le dejan los vinos de la D.O. La Mancha?
R.- Quince de presidente y más de uno de vocal –puntualiza Gregorio- Deja el sabor de cuando haces un trabajo y estás tratando de luchar y buscar una fórmula con tu equipo, con el Pleno, y con los trabajadores del Consejo en busca del prestigio y del reconocimiento que una marca como La Mancha, merece… y que tanto cuesta.

P.-¿A qué se refiere cuando dice “que tanto cuesta”?
R.- Eso se llama promoción, acercarte a la sociedad. Hay que explicar, y no es fácil, que detrás de un vino con D.O. La Mancha, no hay solamente vino, hay un mundo económico detrás, hay cultura, están nuestros pueblos, la fijación de los jóvenes a nuestro territorio… a veces hablamos del vino como si solo fuera solo vino, y es mucho más.

P.- Numéricamente, ¿cómo se ha reflejado este esfuerzo de promoción y de aportar valor añadido al territorio con D.O. La Mancha durante su mandato?
R.- Aproximadamente estamos hablado de embotellar hoy en día unos 88 millones de botellas al año (y unos 130 millones de litros de vino calificado como DO). Hace unos quince años, tampoco lo recuerdo exactamente, podríamos estar hablando de unos 50 millones de botellas. Pasamos una época mala cuando las normas cambiaron, ya que La Mancha exportaba mucho vino a granel. Ahora todo lo que se comercializa es envasado.

P.- ¿Cuál es la tendencia del embotellado, o valor añadido en La Mancha?
R.- En los últimos dos o tres años ha habido un crecimiento enorme de producto terminado en nuestra Denominación.

P: ¿Cómo calificaría el proceso de renovación de vocales en la Interprofesional del Consejo Regulador de la D.O. La Mancha?
R: Como se preveía ha habido consenso. Creo que van a seguir funcionando las fórmulas de consenso con las que hemos trabajado hasta ahora. De hecho, el día que se convocaban las elecciones ya había un acuerdo entre organizaciones. También lo hubo con la parte de la producción. Lo más normal es continuar buscando ese consenso, porque tenemos el mismo objetivo.. Y contamos con una amistad, con una relación profesional buena. Será una legislatura en la misma línea.

P: ¿Qué le puede aconsejar usted al actual presidente?
R: …No lo sé y no me atrevo a dar consejos, pero hay muchas personas que ya están trabajando y saben lo que se necesita. Le puedo decir que funcione con el Pleno y que por parte del equipo de trabajo se va a encontrar con un gran equipo. Va a gozar siendo presidente, le va a pasar lo que a mí me ha pasado. Me lo han puesto fácil y yo espero que encuentre lo mismo, respeto y orden.

P.- Agricultor, cooperativista, manchego…. ¿Con qué se queda?
R.- Yo me defino como viticultor, porque soy viticultor, desde que salí de la escuela, y antes salíamos muy jóvenes, con 10 u 11 años. Trabajaba con mi padre y compartía la escuela por la tarde, me faltaba la formación.
Mi padre tenía una bodega pequeñita y todo empezó ahí. Con posterioridad, hablamos ya de 1966 –que ya ha pasado otro tramo de vida importante- nos hicimos socios de la actual Cooperativa Santa Catalina de La Solana.

P.- ¿Qué papel ha jugado como presidente de Coop. Santa Catalina, de La Solana?
R.- A finales de los 70, cuando yo tenía apenas 28 años, recién casado y con mi primer hijo, me metí en Jóvenes Agricultores. Años más tarde llegó la Cooperativa de La Solana, Santa Catalina. Primero estuve dos años de secretario –ya contaba yo con mis 36 años-, y a los 40 años fui presidente. Al final estuve 13 años de presidente de nuestra cooperativa y en el año 2003 dejé de ser presidente porque consideré que mi proyecto había terminado en Santa Catalina, y en ese año entré en la DO La Mancha como presidente, casi por casualidad.

P.- En sus distintas responsabilidades, también ha sido presidente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha ¿Qué recuerdo le queda? ¿Es usted hombre de consejos para darnos uno?
R.- En el año 91 pasé a ser presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, hasta el 97 para ir a Cooperativas Baco.
Este periodo fue muy bueno porque haces lo que te gusta. Luchábamos porque parecía que teníamos que cambiar bastante todo y vivíamos con mucha ilusión.
Con José Luis Rojas, director ya en aquellos años, tenía una relación muy buena como amigos, más allá de los debates que ambos teníamos para sacar adelante la organización y la defensa del cooperativismo. A nivel personal tengo un recuerdo muy bueno de las personas con las que trabajé, Ángel Lara, Juan Carlos Bermejo, Lola, Paqui, Merce…. Todos teníamos buena relación y amistad; por supuesto también con los miembros del Consejo Rector de aquella época.

Con Felipe González

P.- ¿Cuál ha sido el instrumento empleado por el Consejo Regulador para saber, poco a poco, diferenciarse?
R.- Trabajar, tener ilusión, saber tus obligaciones y saber a dónde quieres ir.
Y, por supuesto, garantizar una calidad y una trazabilidad sin fisuras. Ha sido puramente trabajo con un gran equipo detrás que era también otro de los objetivos que perseguíamos. Ahora mismo hay un equipo extraordinario en el Consejo. Gente a quien le gusta su trabajo y trabaja con ilusión, todos y cada uno de ellos. He contado con un Pleno -los que ha habido en mi periodo-, donde todo ha salido por consenso, con un objetivo claro y una misma dirección: más ventas y más prestigio. Y esta es la varita mágica, trabajar, tener ilusión, saber tus obligaciones y saber a dónde quieres ir. Y por supuesto garantizar una calidad y una sin fisuras.

P.- ¿Tiene su hándicap el apellido de La Mancha: el mayor viñedo del mundo?
R.- Yo creo que es una virtud. Es cuestión de utilizar la fortaleza que tenemos. Si lo utilizamos como potencial de producción, empresarial, de llevar un vino de calidad al consumidor es un punto fuerte. Ahora, si metemos todo el vino en el mismo charco, es el hándicap.

P.-¿Qué lección nos deja sobre la variedad de uvas? ¿Autóctonas? ¿Variedades de fuera?
R.- En la Denominación de Origen hemos apostado por la diversidad. Tenemos muchas variedades porque tenemos un potencial en los vinos jóvenes enorme y esto es un elemento muy potente. Pero no tenemos que olvidar que estamos haciendo vino con crianza y reservas que está creciendo de una manera seria. Todo sin olvidar nuestras variedades autóctonas, como la Airén y Tempranillo.

P.- La clara fortaleza de los vinos con D.O. La Mancha…
R.- Tenemos unos vinos extraordinarios y podemos permitirnos el lujo de degustarlos. Esa diversidad y capacidad que tenemos de brindar al consumidor te permite disfrutar de ellos. El mercado se está dando cuenta del enorme potencial de los reserva. Hay que seguir apostando por la diversidad de los jóvenes y seguir creciendo en los crianzas.
Una vendimia equilibrada, elaboraciones con imaginación, una enología buenísima, trazabilidad, control… todo eso es nuestra fortaleza, la gran variedad de extraordinaria calidad que podemos ofrecer.

P.- La D.O. La Mancha ha dado un giro de 360 grados en materia de Comunicación y Marketing ¿Qué papel juega hoy en día un engranaje como ese en la trayectoria empresarial de un Consejo?
R.- La fórmula de la comunicación ha sido básica para crecer en prestigio, y esto también ha sido gracias a los grandes profesionales que tenemos en el Consejo. Hemos tenido la suerte de ir avanzando en esa dirección todos los vocales del Consejo, apostar por la promoción. Y para ello, hemos ido buscando gente de la comunicación que nos ha asesorado. La comunicación tiene que llegar no solo al Consejo, sino desde la bodega más pequeña a la más grande. Y si nos hacen falta buenos enólogos e ingenieros en la región, también nos hacen falta periodistas y comunicadores.

P.- ¿En qué debería trabajar la Interprofesional del Vino? ¿Cómo valora esta nueva andadura?

R.- En lo que todos esperamos, en que haya una promoción adecuada de los vinos de España y que Castilla-La Mancha pueda gozar del dinero que aporta y que se vea reflejado en las campañas de promoción y que funcione como la Interprofesional del Aceite. Creo que ahí tenemos un buen referente.

P.- Finalmente, ¿qué sentimiento le queda tras una vida dedicada a los intereses comunes, a los intereses de todos? ¿Ha habido costes para la familia, para su explotación…?
R.- Me deja una gran ilusión. Considero haber hecho un buen trabajo, dentro de mis posibilidades. ¿Costes para mi familia? me deja la sensación de haber sido egoísta por haber utilizado el tiempo que no era mío, que era de mi familia… pero me lo han puesto fácil… he disfrutado. Con mi explotación, seguro que la he perjudicado… tengo tres hijos (Julián, Manuela y el pequeño Jesús Gregorio) …. El mayor es agricultor y quizás podría haberle ayudado más…
Pero al final hay que hacer una valoración tranquila y generosa y sentirse satisfecho por lo que hemos hecho.

P:- ¿Cuál es su próximo proyecto?
R.- A mis 67 años mi proyecto es estar con mis hijos, mi mujer, Dolores, y mis nietos (Jimena y Alejandro) y sobre todo con el que yo creo que más me necesita, con el que está con la explotación. Yo disfruto con la agricultura.

P.- Y si te llaman para la política…
R.- Noooo. Un marcado y profundo no.

P.- ¿Cuál es su deseo para el 2018?
R.- Mi deseo es que tengamos un año de agua y que termine este ciclo de sequía. Y para el sector del vino que siga gozando de ese reconocimiento y prestigio en los mercados y conseguir un poco más de valor añadido.

DE CERCA…

* ¿Cuándo fue la última vez que pensó “tierra, trágame” en lo profesional?

Cuando te equivocas en algo importante, pero siempre hay una salida.

* ¿Y en su vida personal?
Quizás llegar tarde a la boda de un sobrino mío…. todo el mundo me estaba esperando a mí…Fue un sábado y yo venía de un viaje.

* Su principal arma en una negociación.
Escuchar y siempre buscar el punto de llevar la mejor razón al consenso y al acuerdo.

* A qué dedica el tiempo libre…
… No he tenido mucho, pero me gusta la música, el flamenco, un buen libro, las tertulias políticas con mis amigos… La literatura y la música te recuperan.

* Un vicio confesable…
Buscar la amistad, la relación con las personas.

* Un recuerdo de su infancia
Un maestro que tuve, Neftalí, me marcó mucho porque había vivido la guerra, la post-guerra. También mis padres, aún recuerdo cómo mi padre me leía muchos libros a la luz de un candil.

* No soporta…
La soberbia, me saca de quicio.

*En las personas, cada vez aprecia más…
La bondad en todos los aspectos. La cultura, la forma de expresarse…

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