FUENTE: Jacinto Tello, responsable del Área de Medio Ambiente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha.
Se cuenta una anécdota de una persona que quiso acostumbrarse a no comer. Y ¿qué paso?, pues que cuando casi estaba acostumbrado, se murió. Esta anécdota, que no tiene ninguna gracia, puede ser el reflejo de lo que viene siendo la gestión del trasvase Tajo-Segura y los embalses de cabecera durante toda su historia.
En febrero de 2017 se ha cumplido el 50º aniversario del trasvase Tajo-Segura. Este trasvase ha sido históricamente una fuente de desavenencias entre Castilla-La Mancha y el Levante español. Durante estos años, su actividad no se ha detenido, excepto en este año, cuando la capacidad de los embalses de cabecera están por debajo de los 400 Hm cúbicos, límite por debajo del cual no se puede trasvasar.
A esta circunstancia se tiene que añadir la aprobación de los pozos de sequía en la localidad de Hellín, presuntamente para consumo humano. De este modo, son varios los frentes que sobre el agua tiene abiertos nuestra Región.
Son muchas las ocasiones en las que Castilla-La Mancha se ha visto obligada a manifestar su desacuerdo sobre la gestión del trasvase Tajo-Segura. No hay más que mirar cómo está la cuenca cedente, la del Tajo, para comprender que no hay más margen de maniobra y que el estado de la cabecera del río lleva a hacer una reflexión inmediata sobre el futuro del trasvase, ya que la gestión del pasado ha resultado muy lesiva para los intereses de Castilla-La Mancha.
El hecho de que se justifique la necesidad de agua de la cuenca receptora no empaña el hecho del estado de necesidad hídrica que tiene nuestra Región. Si estudiamos los datos de la evolución de nuestro cultivo prioritario, el viñedo, podemos observar que según los datos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha en los últimos 15 años se han modernizado 355.316 hectáreas de viñedo a nivel nacional, de los que 174.574 hectáreas pertenecen a Castilla-La Mancha.
Estas necesidades hídricas irán en aumento en la medida en que se siga aumentando la superficie de regadío en nuestra Región que, hoy en día, es prácticamente imprescindible para poder obtener rentabilidad de las explotaciones agrarias.
El sentido común indica que no es lo más correcto atender necesidades lejanas cuando hay otras más cercanas que deben ser atendidas. Además, en la cuenca receptora existen infraestructuras infrautilizadas que son una alternativa real al trasvase y que sin embargo no se usan.
Situación de los embalses
Por reflejar la situación en cifras concretas, comunicadas por la Consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez y el Director Gerente de Aguas de Castilla-La Mancha, Antonio Luengo, los recursos hídricos de la cabecera del Tajo se encuentra en los niveles más bajos en 22 años, situándose en 239 Hm cúbicos, lo que representa el 9,75 % de su capacidad, 200 Hm cúbicos menos que hace un año. La situación se ha definido como “dramática”, y no es para menos.
El problema al que nos enfrentamos es que no hay previsiones de lluvia a corto o medio plazo y si seguimos con este ciclo seco que comenzó hace tres años se va a volver a resentir nuestra producción agraria de manera considerable.
Tómese como referencia, y a la espera de los datos definitivos de producción de la vendimia 2017, que se espera que la media de la merma de producción de uva respecto al año 2016 sea aproximadamente de un 30%. También en los cultivos herbáceos se ha notado significativamente el efecto de la sequía, publicando órdenes excepcionales en las que se adaptaban las condiciones exigidas para percibir determinadas ayudas, como la producción ecológica en cultivos herbáceos, eximiendo de justificar la producción que en muchos casos ni siquiera se ha llegado a producir y muchos productores se han visto obligados a realizar un abono en verde o un aprovechamiento para alimentación animal antes de la cosecha.
También por la circunstancia de la escasez de lluvia se ha ampliado la prohibición de las quemas de restos y la utilización de maquinaria y equipos en los montes en cuyo funcionamiento se genere deflagración, chispas o descargas eléctricas, dadas las excepcionales condiciones de escasez de humedad y altas temperaturas hasta el 15 de octubre. Este hecho ha retrasado temporalmente la explotación de los pozos de sequía habilitados en Hellín por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura, ya que no están permitidas actividades que puedan suponer un peligro de incendio por generación de fuentes de calor en espacios forestales, como son los generadores de energía y obras en estas zonas, a no ser que exista una franja de seguridad de 400 metros hasta estos espacios.
Resulta curioso observar cómo se aceleran los trámites por parte de la Confederación Hidrográfica para desviar recursos a Alicante y Murcia desde Albacete cuando en localidades muy cercanas de Castilla-La Mancha, como en Ontur, se han denegado volúmenes de agua para regadío alegando la situación excepcional de escasez de recursos. Parece que ser que la igualdad de trato es más “igual” para unas regiones que para otras.
Rentabilidades
Uno de los argumentos utilizados habitualmente por quienes defienden el trasvase es la rentabilidad del mismo. Nos tenemos que preguntar dos cosas: para quién es rentable y si realmente esa rentabilidad es real.
Desde luego, si para alguien es rentable está claro que no es para Castilla-La Mancha, sino para los usuarios de la cuenca receptora. La rentabilidad para el Levante español es muy elevada. Este es un hecho obvio, claro y no requiere mucha explicación.
Otra cosa es que se quiera argumentar la conveniencia del trasvase por la supuesta rentabilidad basada en el interés general. Respecto a la rentabilidad en sí, el profesor de Economía Aplicada de la UNED Enrique San Martín afirma que no se ha calculado realmente lo que está costando realmente el trasvase, sino que sólo se consideran los beneficios del agua en la cuenca receptora. Evidentemente, la rentabilidad así es muy elevada.
Si consideramos el coste de oportunidad del uso de ese agua en la cabecera del Tajo, así como los beneficios directos que se podrán obtener por el uso de la misma, el deterioro medioambiental del propio río y los efectos socioeconómicos devastadores sobre los pueblos ribereños, veríamos cómo el trasvase carece completamente de una rentabilidad real.
¿Qué pasa con las desaladoras?
Hablando de rentabilidades, cabe preguntarse porqué muchas de las desaladoras que se construyeron en los años 2000 no están funcionando al ritmo para el que fueron diseñadas. Lógicamente, todo tiene su coste, por lo que si el coste de la desalación del agua del mar es el que es, pero es un recurso que tienes en el lugar donde se ubica tu actividad, hay que pagarlo. Lógicamente, el agua del trasvase es más barata, pero no para los que ceden el agua.
Cabe hacer otra reflexión sobre los miles de millones de euros que se han invertido en construir una infraestructura desaladora que está infrautilizada. ¿No habría también que tener en cuenta este aspecto para poder valorar la rentabilidad de utilizar el agua del trasvase en lugar de la producida en las desaladoras?
El agua es un factor de producción más y tiene el coste que tiene. Si en determinadas zonas esos costes están por encima de lo que los productores están dispuestos a pagar, ya que quieren obtener rentabilidades más altas, habrá llegado el momento de plantearse si esa actividad es viable en esa zona o si les compensa desarrollarla. Lo que no es de recibió es abaratar los costes de un input como el agua a base de desbaratar las posibilidades de desarrollo de otra zona, que no tiene ninguna alternativa de actividad y se encuentran muy limitada en recursos y actividades productivas.
Esta situación refuerza la idea de que la planificación hidrológica de España necesita estudiarse con detenimiento, minuciosamente, valorando y sopesando las actuaciones y sus posibles consecuencias. Si se hiciera de otro modo nos podríamos encontrar con lo que ya nos hemos encontrado en otras ocasiones: desigualdades entre territorios, favoritismos que responden a intereses políticos y personales en lugar de guiarse por los beneficios para la población, inversiones mal planteadas y posteriormente infrautilizadas, etc.
Estado del Tajo
No hay que olvidar que el río cedente también tiene una problemática muy importante; su propio estado.
En febrero de 2016 se recibió una visita del Parlamento Europeo para valorar el estado del Río Tajo. Entre otras conclusiones, se encontraba la obligación de atender a las necesidades del caudal del propio río. Varios expertos coincidieron en que las necesidades del propio río no habían sido atendidas convenientemente y que debería revisarse estos aspectos en los futuros planes, ya que en los que ha habido hasta ahora no se ha realizado de manera correcta.
También se insistía en que el caudal ecológico del río debía ser respetado y suficiente para garantizar el buen estado del río y permitir un grado de dilución suficiente de las aguas residuales depuradas. Este caudal ecológico debería ser suficiente para lograr una conservación favorable del estado de los hábitats naturales y especies de los lugares de la Red Natura 2000 que dependen del estado del agua.
Lo expuesto confirma que la falta de agua en la cabecera afecta también al resto de tramos y es necesario asegurar ese caudal ecológico. De no ser así, muchas otras zonas, con riquezas naturales, se verán perjudicadas por la incorrecta gestión de la cuenca.
Por último, también se exponía la necesidad de utilizar las desalinizadoras pagadas con fondos europeos para suministrar agua a las zonas que la necesiten y contar con un sistema adecuado para determinar el precio del agua, hecho que facilitará más adelante la protección del medio ambiente.
Estudios de uso de agua. Destinos
Llama la atención que en una zona tan seca como el Levante español, especialmente la región de Murcia, hayan proliferado instalaciones tan consumidoras de agua como los campos de golf. Seguramente esa actividad revertirá múltiples beneficios a unos pocos, pero los recursos que se utilizan para su mantenimiento no justifican ni mucho menos el gasto ingente de agua que se necesita para mantener dichas instalaciones.
Es necesario un exhaustivo inventario de los usos del agua trasvasada y una justificación previa a cualquier trasvase muy por encima de las exigencias actuales y siempre priorizando las necesidades de la cuenca cedente, que hasta ahora no está siendo tenida en cuenta en absoluto.
Además, una vez que se produce, hay que controlar todos los destinos de lada litro de agua y confirmar que se usan de manera adecuada y para los fines comunicados.
Algo más que una cuestión semántica
Definición de la Real Academia de la Lengua Española de “esquilmar”: Menoscabar, agotar una fuente de riqueza sacando de ella mayor provecho que el debido.
El fin de semana del 30 de septiembre, con los embalses de cabecera por debajo del 10%, con bastante menos agua que 400 Hm cúbicos, límite bajo el cual no se puede trasvasar, asistimos a un nuevo episodio inaudito, en el que se produjo un nuevo trasvase, a pesar de la situación descrita, con el visto bueno del MAPAMA. La justificación es que es una cesión de derechos de los regantes de Estremera, en Madrid, pero el hecho sigue teniendo muchos visos de ser completamente ilegal. A raíz de esto, las declaraciones del consejero del agua de Murcia no dejan lugar a dudas: “Estamos exprimiendo el limón al máximo, intentando captar recursos de donde se pueda”. Pues sí, desgraciadamente es así, y habría que añadir que también se captan de donde no se puede. Y mientras tanto, la cabecera del Tajo se está quedando con la piel seca por exprimir hasta lo inconcebible los pocos recursos que le quedan.
No hay mayor fuente de riqueza y más imprescindible en una zona seca que el agua. Pues bien, según la definición expuesta anteriormente, parece que se está esquilmando en la cabecera del Tajo. No hay que tener miedo a las palabras, hay que utilizarlas apropiadamente, y lo que viene ocurriendo hace tiempo es que se están esquilmando los recursos que allí se encuentran; a eso sí hay que tenerlo miedo, o al menos precaución. Lo más preocupante, si es que algo puede preocupar más, es que la sucesión de diferentes signos políticos por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en sus diferentes terminologías, no han solucionado esta situación, sino que sólo la han favorecido durante toda la vigencia del trasvase.
Esta extracción de la riqueza de una zona de España para trasladarla a otra no se ha visto complementada posteriormente por un retorno, aunque fuera parcial, de dicha riqueza a la zona de origen, sino que todos los beneficios económicos y, por ende, sociales que ha producido esa agua, se ha quedado exclusivamente en la cuenca receptora, y nunca en la cedente.
Distintas zonas, mismas necesidades
Sabemos que la cuenca del Segura es deficitaria en agua, igual que tantas otras en España. Las necesidades de la población son fundamentales, las que se refieren a consumo humano, por supuesto. En este sentido, no se ha escuchado jamás a ningún representante de Castilla-La Mancha, y no me refiero sólo a políticos, negando el agua para consumo humano a ninguna Región.
Lo que desde Castilla-La Mancha no podemos consentir es que se trasladen los escasos recursos hídricos hacia regiones que desarrollan actividades para las que no tienen recursos y para las que detraen recursos de otras zonas de España tan necesitadas de agua como ellas, sino más incluso, ya que se han dado circunstancias en los que localidades de Castilla-La Mancha veían pasar por delante el agua del trasvase mientras que a ellos se les suministraba agua potable mediante camiones cisternas.
No sólo afecta a la actividad agraria
Cuando halamos de agua trasvasada, sabemos que la mayoría de los usos del destino son agrarios, no de consumo. Sin embargo, en la cabecera del Tajo, hay otras muchas actividades que no se pueden desarrollar por la falta de agua. Hay una infraestructura relacionada con las actividades lúdicas desarrolladas en la zona de la cabecera del Tajo que están bajo mínimos por la imposibilidad de desarrollarlas ante la escasez de agua. Este hecho repercute directamente sobre las posibilidades de desarrollo de la cuenca cedente, impidiendo la creación de actividades en su territorio y, por lo tanto, favoreciendo el despoblamiento progresivo del mismo.
La situación desemboca en último término en la falta de alternativas de supervivencia en los municipios de la cabecera de la cuenca cedente. Es una cadena que afecta a toda la vida rural y también a la natural, afectando a hábitats que sin el agua desaparecerán.
Visión de futuro
La situación no se puede solucionar con una visión cortoplacista, de rápidos beneficios sin mirar más allá. En este caso hay que nadar y guardar la ropa; avanzando en soluciones consensuadas que permitan que las diferentes zonas afectadas por la situación se aseguren su supervivencia, y esto no se conseguirá si se prima o favorece constantemente a unas sobre otras, porque esto sólo generará enfrentamiento.
De momento, el clima está tenso, a finales de septiembre fue cesado el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, Miguel Antolín, coincidiendo con el trasvase del día 30 de septiembre de 2017, al que el MAPAMA ha dado en denominar como “cesión de derechos entre particulares”.
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha está estudiando la posibilidad de emprender acciones legales al respecto, dada la situación de extrema gravedad por la que están pasando los embalses de cabecera.
Si no actuamos con un mínimo de empatía, colaboración y cooperación, no se encontrará la solución y los límites de lo razonable se rebasarán. Nadie desea que esto ocurra.
Pacto nacional del agua
El acuerdo es fundamental para solucionar de una manera definitiva y duradera la situación del agua a nivel nacional.
La distribución de los recursos dentro del territorio nacional debe ser la manera de favorecer el desarrollo uniforme de cada una de las zonas del país. Este hecho no debe provocar desigualdades ni desequilibrios entre las diferentes zonas.
Si se utilizan los recursos de determinadas localidades para desarrollar actividades en otras, no debemos dejar de lado las necesidades de las primeras, ya que entraríamos en dos situaciones con poco sentido: dejar sin recursos a una población que dispone de ellos y trasladar esos recursos a otras zonas con los costes en infraestructuras y energía que ello requiere, sin garantías de que dicho recurso se use de la manera más eficiente posible.
Ya se están produciendo las primeras reuniones en las Confederaciones Hidrográficas para poder recabar las opiniones de todos los sectores implicados y afectados por la gestión del agua a nivel nacional. Esta información se remitirá posteriormente al MAPAMA para que elabore la normativa sobre el pacto nacional del agua.
Los principales temas a tratar en las reuniones están relacionados con la atención a los déficits, infraestructuras, objetivos medioambientales, planes de gestión de riesgos de inundación y gobernanza.
En Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha estamos comprometidos a defender los intereses de nuestras cooperativas en todos los foros en los que participemos, también en los relacionados con el agua. Es fundamental que las diferentes organizaciones sociales y administraciones regionales trabajemos juntos en el objetivo común de defender los intereses de nuestra región, sin ir contra nadie, pero impidiendo que se pongan obstáculos a nuestro desarrollo, que pasa irremediablemente por la gestión y administración de nuestros recursos, también los naturales. De esta manera conseguiremos que nuestras zonas rurales tengan actividad económica sostenible y permita a la población permanecer en el entorno rural garantizando su mantenimiento y desarrollo. Entre todos lo conseguiremos.