El sector cooperativo ha demostrado que, en los momentos más críticos, es capaz de salir a flote y seguir generando empleo. Según los datos de nuestro Observatorio, los empleados fijos de las cooperativas de Primer Grado y SAT en Castilla-La Mancha se han incrementado en 2015 en un 4% en las cooperativas de primer grado y un 10% en las de segundo.
Con 4.800 personas aportando sus conocimientos técnicos y su afán por luchar por hacer de las cooperativas agroalimentarias empresas que ofrecen soluciones a los hombres y mujeres que componen las mismas.
El 51,8% de los empleados de las cooperativas de Castilla-La Mancha son fijos.
En las cooperativas agroalimentarias de Castilla-La Mancha se apuesta por la profesionalización, por el aprovechamiento de todo el talento disponible y la productividad de las personas que en su día a día hacen que este modelo sea una realidad.