Desde la sectorial de la organización se recomienda mantener la producción de melón y sandía en el campo para equilibrar así la oferta de producto que sale al mercado, a la espera de la recuperación de los precios.
Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha hace balance de la campaña de recogida y comercialización de melón y sandía en la región, justo cuando nos encontramos en su ecuador, destacando la evolución negativa que están teniendo los precios desde el inicio de la misma, situándose de manera injustificada por debajo de los costes de producción.
Precios por debajo de los costes de producción.
El portavoz de la Sectorial del Melón y la Sandía, José Angel Serrano, ha expresado “la desilusión” de los productores que confiaban en que fuese una campaña estable de producción y precios y que, muy al contrario, han visto como han ido bajando las cotizaciones de manera injustificada, situándose por debajo de los costes de producción, incumpliéndose lo establecido en la Ley de la Cadena Alimentaria.
No obstante, Serrano confía en una reacción al alza del mercado tras el incremento de las temperaturas en las últimas semanas y la llegada al mercado de las producciones procedentes de otras comunidades autónomas, de mucha menor calidad que las producciones de Castilla-La Mancha.
Reducir la oferta a la espera de mejora de cotizaciones
Antes esta situación, desde la sectorial se aconseja mantener las producciones de melón y sandía en el campo para evitar un exceso de oferta de producto y así “ayudar a regular el mercado” a la espera de que aumente la demanda y mejoren las cotizaciones. En este sentido, Serrano ha pedido la unidad del sector “con el objetivo de beneficiar al conjunto del mismo, ya que se espera la mejora de los precios”, ha subrayado.
Cultivo social de la región
Asimismo, el portavoz sectorial ha pedido a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, intensificar aún más el apoyo hacia este sector pues “se trata de uno de los principales cultivos sociales que quedan en Castilla-La Mancha” generador de riqueza y empleo en el medio rural y que, a diferencia de otros, es de los pocos cultivos sociales que no está mecanizado y que, por tanto, sigue generando mucho empleo especialmente por su alta dependencia de mano de obra para su recolección.