La Universidad de Castilla-La Mancha ofrece su visión y su aportación en materia de Seguridad Alimentaria
Finalizando el Mes de la Seguridad Alimentaria, organizado por Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha y SIC Agroalimentaria con el patrocinio de CaixaBank, y tras la exitosa celebración el pasado 25 de junio en Tomelloso de la Jornada “Todos tenemos un papel en la Seguridad Alimentaria”, ha llegado el turno de la Universidad de Castilla-La Mancha, que expone su aportación a la Seguridad Alimentaria y sobre todo lanza un mensaje: es un tema de todos, en el que se deben implicar no sólo los agentes relacionados con el sector de la alimentación, sino la población en general y más aún los padres y docentes, que deben enseñar a los niños cómo actuar correctamente con los alimentos.
Así lo afirma Juan Úbeda, profesor de Microbiología e Higiene de los Alimentos en el Grado de Agrónomos de la Universidad de Castillla-La Mancha (UCLM), quien matiza que “debe haber una integración desde el campo hasta la mesa, desde el sector primario hasta el consumidor, y aquí incluiría a los niños y, por ellos, por supuesto, a los pedagogos. Cosas tan básicas como el manejo de productos frescos, la temperatura, tratamientos, hay mucha información disponible y debería ser obligado transmitirla en los colegios, para que desde niños vean como algo normal cómo deben manejar los alimentos correctamente”.
Responsabilidad formativa
Sin embargo, esta labor divulgativa debe comenzar desde los cimientos, es decir, es preciso contar con profesionales adecuados y debidamente formados para ser capaces de transmitir a la sociedad todo lo relacionado con la Seguridad Alimentaria, y en este punto el papel de la Universidad es fundamental.
Juan Úbeda explica que en la UCLM existen dos Grados, el de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, impartido en al Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas, en cuya formación de los graduados está incluida la Seguridad Alimentaria; y “tampoco hay que olvidar a las Escuelas de Ingenieros Agrónomos de Albacete y Ciudad Real, que también cuentan con especialización en Seguridad Alimentaria”, explica, y matiza además que “nuestra obligación es hacer cursos para los técnicos que trabajan en la industria de los alimentos, ya tengan formación universitaria o no la tengan, aquí nuestra colaboración con SIC y Cooperativas Agro-alimentarias para el desarrollo de cursos formativos es muy valiosa”.
Por su parte el decano de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de la UCLM en Cuidad Real, Ángel Ríos, afirma que “desde la Universidad tenemos un papel doble en materia de Seguridad Alimentaria: la responsabilidad formativa y la responsabilidad investigadora”. En este sentido añade que, al Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos hay que sumarle dos máster relacionados con el mundo de la alimentación: el Máster Universitario en Investigación y Desarrollo de Alimentos de Calidad y el Máster Universitario en Viticultura, Enología y Comercialización del Vino, más específico para el campo agroalimentario, y de forma más general existe un título propio de máster sobre Gestión de Laboratorios: Calidad, Medio Ambiente y Seguridad.
Responsabilidad investigadora
“Esta es nuestra labor a nivel docente”, explica Ángel Ríos, “a la que se suma nuestra labor investigadora, en constante actividad, ya que cada vez se ponen de manifiesto riesgos emergentes o problemas relacionados con la salud y la Seguridad Alimentaria y que, muchas veces, no se pueden abordar por falta de herramientas”, por eso la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de Ciudad Real tiene diversas líneas de investigación con las que trabaja, además de colaboración con determinadas empresas para llevar a cabo esa labor investigadora.
El profesor Juan Úbeda explica que en el aspecto investigador, dentro de la carrera universitaria de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, dentro de la Seguridad Alimentaria uno de los pilares básicos es la ingeniería de los alimentos y el diseño de nuevos alimentos, “éste consiste en crear fórmulas novedosas, que sean alimentos nutritivos, apetecibles y seguros; precisamente el máster mencionado por el profesor Ríos en Investigación y Desarrollo de Alimentos de Calidad aborda este aspecto investigador; además también abordamos la ingeniería de los alimentos como un proceso de creación e investigación”.
A esta responsabilidad investigadora el decano Ángel Ríos añade “la realización de actividades específicas en materia de Seguridad Alimentaria; precisamente a raíz de la jornada del pasado 25 de junio en Tomelloso con SIC y Cooperativas se ha abierto un marco de colaboración entre las cooperativas, las empresas, la Universidad, la Administración, y los propios consumidores, para detectar puntos interesantes desde los que trabajar juntos”.
En este punto Ángel Ríos alaba la iniciativa de SIC Agroalimentaria de crear un Foro de Expertos en Seguridad Alimentaria, “es la manera de detectar los problemas y entendernos los distintos actores implicados en la Seguridad Alimentaria; debe ser un foro permanente, coherente y con sentido. Es muy positivo y estamos en la línea de colaboración con SIC para su creación”.
¿Qué debe tener un alimento para ser seguro?
Toda esta investigación va enfocada precisamente a lograr alimentos seguros, tal y como explica Juan Úbeda, “el consumidor tiene que estar convencido de que lo que consume es absolutamente seguro y nuestra misión, la de los que trabajamos en el campo de la alimentación y la de los operadores agroalimentarios, es producir alimentos con la máxima seguridad, aunque no existe ‘riesgo cero’, la obligación de todos nosotros es ofrecer las máximas garantías”.
Y este ejercicio de responsabilidad abarca “no sólo a los operadores agroalimentarios, sino también la restauración, el consumidor…, todos debemos estar implicados en la totalidad de los procesos. El consumidor tiene un papel totalmente activo, buscar información y nuestra obligación es dársela, para que sepa tratar los alimentos”.
Para ello hay que saber llegar a la sociedad, y aquí Ángel Ríos afirma que “se trata de una labor continua, por parte de nosotros, los docentes, y también por parte de los periodistas, que deben ser capaces de traducir a la gente de la calle las observaciones, las medidas de seguridad, de calidad… Ambos somos los mejores agentes para introducir en la sociedad la importancia de la Seguridad Alimentaria; es necesario trasladar a la sociedad los temas alimentarios de forma sencilla, realista, sin dar alarmas innecesarias”.